Algo que nos puede llegar a afectar a muchos en algún punto de nuestras vidas es sentir que “no estamos haciendo lo que venimos a hacer”. Es un punto crítico porque relacionamos la insatisfacción del ego con la voz del alma.

A través de la concentración en Vishuddha, el chakra de la garganta, uno se vuelve transparente como el éter, permitiendo que el SER se exprese sin velos.

En este artículo vamos a explorar cómo podemos ver al rencor y al resentimiento como campanas que nos invitan a sentir cómo el dolor de la separación es directamente proporcional al anhelo de la unidad. 

El impulso de ayudar a otros no deja de ser legítimo, pero muchas veces se sostiene desde necesidades no integradas o no reconocidas. No es que sea “malo”, pero podrían generar experiencias caóticas al estar sostenidas por una agenda inconsciente.

Hacer consciente tu relación con el control hace que tu cerebro sea más eficiente, vivas con menos estrés y fomentes la paz interior.

¿Por qué a veces vemos incoherencias en quienes llevan años en prácticas espirituales?