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MULADHARA: Revela las sombras del CHAKRA RAÍZ

  • Foto del escritor: Astrid Roman G
    Astrid Roman G
  • 28 nov 2024
  • 7 Min. de lectura


Cuando MULADHARA o el CHAKRA RAÍZ está en equilibrio, reconocemos que la vida, tal como es, no está separada de la totalidad, es una expresión directa de la fuente. Este equilibrio no quiere decir que haya ausencia de miedos o deseos, sino la capacidad de verlos como manifestaciones de la misma conciencia que surgen y desaparecen, y habitarlos sin rechazo ni apego. Sí podemos llegar a tener inseguridades , pero también sentimos una confianza serena en el flujo de la existencia, donde vivimos la estabilidad, el sentido de pertenencia y la abundancia no como si fueran factores externos a conquistar, sino como estados internos de nuestro ser que no dependen de las circunstancias. El miedo y la confianza coexisten en perfecta armonía dentro de nuestra experiencia humana.


A veces notamos claramente cómo el miedo está presente, especialmente cuando surgen preocupaciones relacionadas con la supervivencia, la pertenencia o la estabilidad que nos invitan a prestar mayor atención a estas necesidades. Esto en sí no es un “desequilibrio”, es sencillamente parte de la experiencia humana. Se puede sentir miedo o deseo perfectamente y no aferrarse a esas experiencias ni perpetuarlas. Se puede reconocer que el estado de conciencia está continuamente conectado con el miedo o con la satisfacción de estos deseos, y es entonces cuando nuestro equilibrio interno se ve afectado. Lo hacemos consciente y lo “trabajamos”.


Sin embargo, también puede ocurrir que creemos estar plenamente estables y confiando en la vida mientras, en un nivel más profundo, hay un miedo oculto que condiciona nuestros pensamientos y decisiones. Pudiéramos tener la idea de que reconocer una necesidad es reconocer que “no se tiene algo”, porque se desea algo que no se tiene, o que sí se tiene pero que no se quiere perder. Entonces negamos esa necesidad inconscientemente.


Esto tampoco es un “problema”, sino una invitación a abrirnos a observar todo eso que pasa internamente con curiosidad y aceptación, dejando que se muestre sin resistencia. Mi invitación es a ver todas estas dinámicas como oportunidades para entendernos a nosotros mismos, donde el desequilibrio no es opuesto al equilibrio, sino su complemento. Es una invitación a reconocer todo lo que está oculto en nuestra experiencia sin juicio. Te dejo algunos ejemplos relacionados al CHAKRA RAÍZ.


ABUNDANCIA Vs. MIEDO A LA ESCASEZ


El miedo en la sombra:


Podemos vernos como personas generosas, afirmando que vivimos en gratitud y sentir que nunca nos falta nada, de hecho gozamos de abundancia económica. Sin embargo, en la sombra, podríamos notar actitudes como buscar constantemente cosas gratuitas, evitar pagar por los servicios o cosas importantes o dar con cierto resentimiento o sensación de sacrificio. No es que estas acciones sean “erróneas”; solo que revelan un miedo no reconocido a la escasez, que busca expresarse de formas indirectas.


Tampoco quiero que veas a este miedo a la escasez como enemigo de la abundancia, sino como una señal que nos pide mirar más allá de nuestra narrativa. ¿Es coherente lo que digo, hago y siento? Quiero que te hagas consciente de lo que realmente sientes, que lo reconozcas y le abras la puerta. Si lo niegas, es más difícil de trascender.


La necesidad de abundancia en la sombra:


Podemos pasar la vida identificados con una actitud de austeridad, rechazando la búsqueda de bienes materiales y afirmando que el minimalismo y el desapego es nuestra virtud. Sin embargo, cuando indagamos internamente, podríamos notar deseos reprimidos, quizás anhelar comodidades, seguridad financiera o un estilo de vida más próspero o ser autosuficientes. Este deseo de abundancia, lejos de contradecir nuestra identidad, nos muestra una parte de nosotros que aún busca integrarse, recordándonos que no hay separación entre la austeridad y la abundancia. Podemos tener ambas partes en equilibrio.


PERTENENCIA Vs. MIEDO AL RECHAZO O AL ABANDONO


El miedo en la sombra:


Podemos pensar que nuestras relaciones familiares o comunitarias están en equilibrio, donde percibimos que hay confianza y apoyo mutuo. Sin embargo, detrás de nuestra aparente armonía, nos damos cuenta que hay patrones de complacencia o evitación de conflictos, llevados por miedo al rechazo o al abandono. Algunos pueden ver este miedo como una falla en nuestra manera de relacionarnos, pero no es más que una expresión de nuestra necesidad de pertenecer, que no siempre somos capaces de reconocer conscientemente. A veces actuar con coherencia nos alejará de personas queridas, y muchas veces no queremos abrirnos a la experiencia de sentir lo que sea que eso traiga.


Necesidad de pertenencia y afecto en la sombra:


En el otro extremo, podemos identificarnos como independientes, afirmando que no necesitamos comunidades ni lazos familiares. El tema es que podríamos tener un deseo profundo de conexión y aceptación que, si no reconocemos, genera conflicto interno. El deseo de pertenecer y nuestra independencia no son excluyentes, más bien complementarios, porque no existe una real separación entre pertenencia y desapego.


Yo solía definirme desde muy joven como desapegada, y me sentía orgullosa de tener ese rasgo, ya que es parte de la enseñanza de Buda: “si eres apegado sufres, si eres desapegado te liberas de sufrimiento”. Yo juraba que había trascendido esa necesidad de pertenencia o afecto cuando en verdad estaba reprimiendo inconscientemente la tristeza que sentía al separarme de seres queridos, dejar mi país de origen o perder bienes materiales. Integrar esa parte de mí requirió aceptar lo que sentía y reconciliarme con el apego. Cuando permití que estos rasgos salieran a la luz de la conciencia, los vi como expresiones naturales de mi humanidad. Desde ahí, el proceso de integración ocurrió de manera espontánea, sin esfuerzo, dejando de luchar con lo que es.


ESTABILIDAD Vs. MIEDO A LA INCERTIDUMBRE


El miedo en la sombra:


Podemos proyectar una imagen de resiliencia y estabilidad, pero permanecer en situaciones, trabajos o relaciones que ya no resuenan con nosotros, justificándonos con la idea de que “somos leales”. En el fondo puede haber un miedo a lo desconocido que nos impide hacer cambios. Este miedo no es más que una manifestación de la misma búsqueda de seguridad que nos invita a explorar nuestra relación con la incertidumbre. Se requiere de mucha honestidad y valentía admitir esto.


Necesidad de estabilidad en la sombra:


Podemos identificarnos como personas libres y espontáneas, afirmando que fluimos con la vida sin necesidad de estructuras. Pero, cuando indagamos adentro, descubrimos un gran deseo de estabilidad y orden que hemos reprimido. Este deseo, si lo reconocemos, enriquece nuestra espontaneidad, porque nos permite actuar desde un espacio más centrado y menos caótico, entendiendo que la estabilidad y la libertad son expresiones del mismo equilibrio dinámico.


PACIENCIA Y PERSEVERANCIA Vs. DESAPEGO


El miedo en la sombra:


Podemos creer que tenemos la virtud de avanzar paso a paso, confiando en el proceso y en los tiempos necesarios para construir una base firme y echar raíces. Pero, quizás descubramos un miedo latente a que nuestros esfuerzos sean en vano, lo que puede llevarnos a actuar desde la inseguridad tal vez dejando las cosas a medias, o diciendo “es el momento de soltar”, cuando en realidad buscamos evitar la incomodidad de mantenernos comprometidos por más tiempo en algo por falta de paciencia. Pero, también podemos confundir perseverancia con rigidez mental y terquedad, aferrándonos a caminos inefectivos por miedo a admitir errores o que obviamos algunos detalles no tan positivos.


Necesidad de perseverancia en la sombra:


Por otro lado, podemos identificarnos con una actitud de desapego hacia los resultados, y decimos que “hay que vivir el presente”. Pero tener esta identidad, puede esconder la necesidad no reconocida de perseverar en la materialización de nuestras ideas, y un deseo de consolidar proyectos importantes, que queda en la sombra. Nos convencemos de que no nos importan los resultados, no hay un compromiso real evitando cualquier planificación a largo plazo, pero en el fondo con cierta frustración por no sentir que estamos construyendo algo realmente sólido.


Cuando le ponemos luz a estas dinámicas internas, podemos aceptar la idea de que esforzarse y perseverar no está en guerra con soltar, y que planificar no es opuesto a vivir en el presente. 


CONCIENCIA CORPORAL EN LA SOMBRA


Podríamos tener la convicción de que tenemos conciencia de nuestro cuerpo físico, porque cuidamos la alimentación, ejercitamos el cuerpo, o cuidamos la estética, pero lo hacemos con el miedo subyacente a enfermar o a envejecer o por alguna creencia o ideología. Sin darnos cuenta pudiéramos estar autoexigiéndonos en ciertos aspectos, o privando al cuerpo de lo que realmente necesita por no saber escucharlo. Pudiéramos tener la idea de que descansar o dormir es una pérdida de tiempo y privar al cuerpo de la necesidad de descanso. 


Podemos decir que estamos conectados con la realidad y la naturaleza pero pasar la mayor parte del tiempo en la mente desconectados, sin vivir el presente. 


Por otra parte, se puede considerar que preocuparse por el cuerpo es superficial y reprimir las necesidades físicas, pero en el fondo tener deseo de gozar de mejor salud, apariencia y energía. En muchos casos esta narrativa es una excusa para no incomodarnos, y así evitamos cualquier cosa que suponga esfuerzo físico o disciplina, como incluir alguna práctica de movimiento en nuestra rutina o llevar una alimentación consciente. 



LA IMPORTANCIA DE HACER CONSCIENTE LO INCONSCIENTE


Mi invitación es a que veas más allá de las divisiones entre lo que consideramos “equilibrio” y “desequilibrio”. No hay polaridades reales en nuestra experiencia, solo diferentes expresiones de la misma energía que busca integrarse en nuestra conciencia. El miedo, el deseo, la estabilidad, la incertidumbre, la pertenencia o la desconexión son partes de un todo que te invito a observar sin resistencia. Poner la luz de la conciencia a estas dinámicas hará que puedas actuar desde un espacio donde reconoces que tienes alternativas de ver la realidad de diferentes maneras.


Reconocer todo eso que puede estar oculto no quiere decir que debas tomar acción y buscar satisfacer los deseos reprimidos o eliminar los miedos, sino dar espacio para que todo sea lo que es. Cuando aceptamos cada emoción y pensamiento como fenómenos legítimos, sin etiquetarlos como buenos o malos, nos abrimos a una experiencia más completa. Comienzas a darte cuenta que el equilibrio no es un estado que logramos, estar en equilibrio es recordar continuamente que siempre hemos estado sostenidos por la totalidad, independientemente de nuestras circunstancias externas, aunque parezcan “desequilibradas”.


OM Shanti. Paz. 🕊️


Astrid

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