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LOS CHAKRAS: ¿Cómo aprovechar nuestro sistema energético?

  • Foto del escritor: Astrid Roman G
    Astrid Roman G
  • 11 nov 2024
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 29 ene

En un mundo lleno de información sobre espiritualidad, puede ser útil recordar que la comprensión más clara surge de nuestra propia experiencia. El sistema de chakras no es solo un concepto, sino una herramienta simple y accesible para reconocer nuestros estados de energía­ y conciencia sin complicaciones.



¿Qué son los chakras?


El chakra es como un patrón simbólico de nuestra propia programación mental, emocional y física. Puedes imaginarlo como el disco de memoria de nuestro sistema energético. Esta programación dirige cómo actuamos, cómo percibimos el mundo y cómo respondemos a lo que nos pasa.

¿Y cómo se programan estos discos?


A través de nuestros hábitos, la crianza que tuvimos, las influencias de la sociedad y la información ancestral que llevamos con nosotros. Lo que emanamos refleja todo lo que hemos recibido y guardado en estos centros de energía; por eso es clave identificar qué patrones ya no nos sirven y dejarlos ir para hacer espacio a lo nuevo.


El contenido de los chakras se va formando mayormente por la repetición de lo que hacemos en el día a día y los estímulos a los que estamos expuestos. Desde cosas tan simples como nuestras rutinas diarias, la música que escuchamos, lo que comemos, cómo descansamos, hasta lo que pensamos y sentimos. Todo lo que consumimos, ya sea información, comida o incluso nuestras propias emociones, va configurando nuestros chakras. Cada experiencia, pensamiento o emoción deja una huella en ellos.



La energía no puede verse, pero sí podemos percibir sus efectos. Nadie duda que haya una conciencia aunque no sea cuantificable, como tampoco se duda que una conciencia confusa altere la parte física.


PRANA 


El prana es la esencia vital que fluye en el universo y dentro de cada ser, profundamente ligada al oxígeno y a la capacidad de la sangre para transportarlo. Esta energía no solo revitaliza las células y optimiza la función de los órganos, sino que también apoya los procesos de sanación y rejuvenecimiento natural del organismo. Cuando permitimos la libre circulación del prana, activamos nuestro potencial energético, posibilitando una salud radiante y una vitalidad que se manifiesta en una apariencia juvenil, independientemente de la edad.



Absorbemos prana a través de varias fuentes y prácticas: la respiración consciente, la luz solar, alimentos nutritivos, y actividades que movilizan la energía como el yoga, Tai Chi, Qi Gong, la danza y el ejercicio. También elevamos el prana con prácticas como el canto de mantras, la generación de pensamientos positivos y la meditación, todas ellas formas de sintonizar con la energía universal que nutre cuerpo, mente y espíritu.


NADIS


En nuestro cuerpo existen millones de canales, en sánscrito se llaman Nadis, por donde circula la energía o fuerza vital, también conocida como Prana. El prana transita a través de estos tubos o nadis (en la medicina tradicional china se llaman meridianos) y ellos se intersectan en diferentes puntos, los puntos donde hay más concentración de energía da lugar a los chakras. No hay un consenso real en el número de nadis, algunos dicen que son 72.000, otros hablan de 360.000.


De todos ellos, existen tres nadis principales alojados en el eje cerebroespinal. Sushumna nadi (el sustentador del universo) es un canal que penetra en el eje desde el perineo hasta el cráneo, y se asocia con ambos orificios nasales. Ida nadi y Pingala nadi son otros canales que funcionan a lo largo del cordón Sushumna, y su constitución es semi-material, una positiva y otra negativa, como el sol y la luna. Aunque parten como Sushumna de la base de la columna vertebral, luego ascienden en espiral entrecruzándose en los chakras para terminar en los orificios nasales. 



Ida nadi se representa como una línea azul, y sube desde el lado izquierdo del cuerpo. Representa la luna, las emociones, la quietud, el frío, el polo negativo y la conexión con el hemisferio derecho del cerebro. 


Pingala nadi se representa como una línea roja a lo largo del lado derecho de la columna, es el sol, el lado masculino, la acción, el polo positivo, asociado con el hemisferio izquierdo del cerebro.


Ambas energías en su encuentro giran en direcciones opuestas. La energía primaria, masculina, con la energía del kundalini, que es femenina, da como resultado el magnetismo personal que aviva los ganglios o plexos, fluye por los nervios y mantiene la temperatura del cuerpo.  


KUNDALINI


La kundalini se encuentra enrollada en la base de la columna vertebral. Es la fuerza latente potencial del cuerpo humano. A través de la meditación u otras prácticas energéticas y espirituales, la kundalini se despierta, y se eleva desde el chakra raíz a través del nadi central sushumna, dentro o al lado de la columna vertebral y llega a la cima de la cabeza. Esto conduce a diferentes niveles de despertar, hasta que finalmente llega a la parte superior de la cabeza, o chakra corona, produciendo una experiencia mística muy profunda. 



¿Cómo funcionan los Chakras?


Los chakras son vórtices de energía que giran en espiral como pequeños remolinos y se nutren de los nadis, estos canales sutiles que transportan prana por todo el cuerpo. Aunque en muchas tradiciones se mencionan sistemas de 12, 21 o incluso más chakras, existen en realidad cientos de estos centros energéticos distribuidos por el cuerpo, incluidos puntos clave en manos, pies, rodillas y codos. Sin embargo, los 7 chakras principales, que se alinean a lo largo de la columna vertebral y la cabeza, reciben especial atención por su conexión profunda con las glándulas endocrinas y su influencia en nuestro bienestar.



Estos 7 chakras principales funcionan como puntos de intercambio entre nuestro cuerpo físico y nuestro campo energético, afectando aspectos físicos, emocionales y espirituales. Cada uno tiene una energía particular y se asocia con áreas específicas de nuestra vida. Por ejemplo, el primer chakra (Muladhara), ubicado en la base de la columna, representa nuestra seguridad y sentido de pertenencia en el mundo, una base estable desde la cual construimos nuestras experiencias. En el extremo opuesto, el séptimo chakra (Sahasrara), situado en la coronilla, se relaciona con la conexión espiritual y la percepción de estar en sintonía con una energía mayor, llevándonos a experimentar una comprensión profunda y expansiva de la vida.


Veamos la información resumida para cada centro energético:


1. Muladhara (Chakra Raíz)


Color: Rojo

Ubicación: Base de la columna vertebral, zona del perineo

Glándula: Glándulas suprarrenales

Asociaciones: Seguridad, estabilidad, instinto de supervivencia, sentido de pertenencia, conexión con la tierra

Desequilibrios: Miedos, inseguridad, problemas en las piernas, pies o colon, exceso de materialismo

Sombra: Miedo, apego, inseguridad extrema

Sanación: Conectar con la naturaleza, caminar descalzo, ejercicios de estabilidad, meditación enfocada en la seguridad

Mantra: “LAM”


2. Svadhisthana (Chakra Sacro)


Color: Naranja

Ubicación: Parte baja del abdomen, justo debajo del ombligo

Glándula: Gónadas (ovarios y testículos)

Asociaciones: Creatividad, placer, sexualidad, emociones, fluidez

Desequilibrios: Problemas sexuales, bloqueos creativos, dependencia emocional, miedo al placer

Sombra: Culpa, vergüenza, represión del deseo

Sanación: Expresión creativa, danza, ejercicios de liberación emocional

Mantra: “VAM”


3. Manipura (Chakra del Plexo Solar)


Color: Amarillo

Ubicación: Zona del plexo solar, entre el ombligo y el esternón

Glándula: Páncreas

Asociaciones: Poder personal, confianza, autoestima, voluntad

Desequilibrios: Baja autoestima, problemas digestivos, dificultad para tomar decisiones, agresividad

Sombra: Vergüenza, complejo de inferioridad, control excesivo

Sanación: Prácticas de empoderamiento, ejercicios de core, meditación para la autoestima

Mantra: “RAM”


4. Anahata (Chakra del Corazón)


Color: Verde

Ubicación: Centro del pecho

Glándula: Timo

Asociaciones: Amor incondicional, compasión, perdón, empatía

Desequilibrios: Dificultad para perdonar, miedo a la intimidad, problemas respiratorios o cardíacos

Sombra: Dolor emocional, resentimiento

Sanación: Prácticas de gratitud, apertura de pecho, trabajo con el perdón

Mantra: “YAM”


5. Vishuddha (Chakra de la Garganta)


Color: Azul claro o turquesa

Ubicación: Zona de la garganta

Glándula: Tiroides

Asociaciones: Comunicación, expresión auténtica, verdad, creatividad verbal

Desequilibrios: Problemas de garganta, dificultades para expresar sentimientos, timidez

Sombra: Negación, engaño, mentira

Sanación: Cantar, hablar con autenticidad, ejercicios de respiración

Mantra: “HAM”


6. Ajna (Chakra del Tercer Ojo)


Color: Índigo

Ubicación: Entre las cejas

Glándula: Glándula pineal

Asociaciones: Intuición, visión interior, claridad mental, sabiduría

Desequilibrios: Falta de visión, confusión, dolores de cabeza, pesadillas

Sombra: Ilusión, rigidez mental

Sanación: Meditación, visualización, prácticas intuitivas

Mantra: “OM”


7. Sahasrara (Chakra de la Corona)


Color: Violeta o blanco

Ubicación: Parte superior de la cabeza, la coronilla

Glándula: Glándula pituitaria (a veces también la pineal)

Asociaciones: Conexión espiritual, conciencia universal, iluminación, unidad

Desequilibrios: Desconexión espiritual, cinismo, dificultad para encontrar sentido en la vida

Sombra: Desesperanza, alienación

Sanación: Meditación profunda, contemplación, conexión con lo divino

Mantra: Silencio (o “OM” en algunas tradiciones)


Trabajar en equilibrar estos centros nos ayuda a liberar bloqueos, cambiar patrones poco constructivos y encontrar más bienestar, especialmente para alcanzar estados de conciencia más alineados con el propósito de paz interior que todos anhelamos. A través de prácticas como la meditación, el yoga, el trabajo con la respiración, una alimentación consciente y el sanar nuestras emociones, podemos mejorar el flujo de energía en nuestros chakras, permitiendo que todo se mantenga en balance y nos sintamos más alineados y en paz.


En la próxima entrega trabajaremos específicamente el chakra raíz o Muladhara, que nos conecta con nuestra energía ancestral y de supervivencia. Si estás leyendo esto, es porque te has interesado en algo que va más allá de lo convencional y mundano, por lo que debes estar siendo guiando por tu Ajna chakra, el sexto centro energético conectado con la intuición.




Nota: Toda esta información proviene de antiguas tradiciones espirituales y prácticas energéticas que han sido transmitidas a lo largo de los siglos, especialmente en el yoga, el tantra y el Ayurveda. Si bien los chakras no son algo que podamos ver o medir científicamente y se describen más en términos de experiencia subjetiva que de estructuras anatómicas o fisiológicas verificables, algunas áreas de estudio han explorado efectos fisiológicos y psicológicos asociados con prácticas centradas en los Chakras.


Áreas en las que la ciencia ha encontrado cierta evidencia de efectos medibles, aunque sin validar la existencia de los chakras en sí:


Efectos de la Meditación y el Yoga: Estudios han demostrado que la meditación y las prácticas de yoga, que tradicionalmente buscan equilibrar los chakras, pueden producir efectos beneficiosos en el cuerpo, como la reducción del estrés, la mejora de la función inmunitaria, y una mayor regulación emocional. La práctica de posturas específicas y técnicas de respiración en yoga está asociada con mejoras en la función cardiovascular, el sistema nervioso autónomo y el bienestar mental, aunque estos efectos no validan necesariamente los chakras en términos científicos.

Prácticas de Resonancia y Bioenergía: Algunas investigaciones en el campo de la bioenergía y la resonancia sugieren que el cuerpo humano emite campos electromagnéticos y energéticos. Técnicas como la resonancia magnética funcional (fMRI) han permitido observar que ciertas áreas del cerebro y del cuerpo se activan con prácticas meditativas que involucran atención consciente en “centros energéticos”, aunque esto no se traduce en una validación de la existencia de los chakras.

Psicología de los Centros Energéticos: Desde una perspectiva psicológica, los chakras pueden interpretarse como representaciones simbólicas de aspectos emocionales y de conciencia. La terapia energética y la psicología contemplativa han estudiado cómo la focalización en áreas del cuerpo asociadas con chakras puede mejorar la autoconciencia y la regulación emocional en algunas personas, aunque esto sigue siendo un enfoque metafórico, más que una prueba científica de los chakras.

Electrofotónica y Bioelectrografía: Técnicas como la bioelectrografía y el análisis de campos de energía humana (como la fotografía Kirlian) han tratado de registrar campos energéticos en el cuerpo. Aunque algunos practicantes sugieren que estos campos corresponden a los chakras, estos métodos carecen de evidencia sólida y son vistos con escepticismo en la comunidad científica.

Al final, se trata de conectar con el SÍ mismo, observar lo que sentimos y abrirnos a explorar nuevas formas de encontrar equilibrio y bienestar. Como todo en el camino del autoconocimiento, lo importante es que cada uno descubra lo que resuena en su propia experiencia.

Yorumlar


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